Néstor Nardacchione: “Los pacientes oncológicos requieren de una contención especial”
El jefe del Servicio de Oncología del HIGA Junín se refirió al trabajo que se viene realizando desde el área y destacó el buen funcionamiento del equipo de profesionales.
El jefe del Servicio de Oncología del HIGA Junín, Dr. Néstor Nardacchione, brindó detalles del trabajo que se viene realizando desde el área, se refirió a los avances y destacó el buen funcionamiento del equipo de profesionales que lo acompañan.
El Servicio de Oncología funciona de lunes a viernes, de 7 a 13 horas y se vienen atendiendo entre 100 y 120 consultas mensuales.
A continuación, una breve charla con uno de los profesionales más destacados del HIGA Junín.
- ¿Cómo se produce su llegada al hospital?
- Mi primer contacto lo tuve siendo estudiante. Luego de mi paso por la Facultad de Medicina de La Plata, yo estaba estudiando la parte de clínica médica y me enteré que en el hospital se estaba trabajando en el tema de residencias. Tenía pensando volver a Junín así que me vine. Eso fue en 1997. Me contacté con Miguel Carabajal y con Darío Saponara, ellos están trabajando con el tema de la residencia de clínica médica, me comentaron el proyecto, me gustó y me vine.
- ¿Qué recuerda de aquellos inicios?
- Me pareció muy lindo el proyecto de la residencia y siempre me trataron muy bien. Después hice la jefatura, entré al hospital como médico clínico y luego hice el posgrado en oncología. Y después decidí armar un nuevo proyecto para renovar toda el área de oncología que estaba en el hospital.
<>- ¿Qué lo motivo a estudiar medicina?
- Creo que tiene que ver con la vocación de servicio. Desde chico dije que quería ser médico y con mucho esfuerzo lo pude lograr.
- ¿Cómo podría describir el trabajo que se viene realizando en el Servicio de Oncología?
- Bueno, en principio, cuando arrancamos las consultas no eran muchas pero últimamente, a nivel mundial, se ha producido un aumento de la patología oncológica. Al principio también había muchas limitaciones, se tomaba al paciente oncológico como un paciente clínico. Pero bueno, con el tiempo hemos podido avanzar mucho, hasta poder conformar un equipo de trabajo, donde intervienen psicólogos, médicos paliativistas, enfermeras especializadas, asistentes sociales, nutricionistas y secretarias.
- ¿Qué otros avances considera que se fueron logrando?
- Bueno, varios. En su momento pudimos conformar el registro de tumores y se ha podido avanzar en cuestiones relacionadas a la estadística. También logramos el nombramiento de una médica paliativista que es la doctora Iliana Goñi y luego se han sumado excelentes profesionales como la psicóloga Emilia Urosevich, la licenciada en Trabajo Social Andrea Oroná, Agustina Muscariello hoy hace un trabajo muy bueno como enfermera especializada en oncología, también contamos con Nilda Orane y la última persona que sumamos es la secretaria Silva Varela. También tenemos la suerte de contar con la doctora Fernanda Parenti y Lorena Boixadera.
- ¿Por qué se dice que no es fácil trabajar con pacientes oncológicos?
- Porque el paciente oncológico tiene más requerimientos que un paciente habitual. Es un paciente con el cual vas a tener una relación por un tiempo prolongado. Además, es un paciente que viene cargado con una angustia importante, que siente dolor, depresión, falta de aire y un montón de síntomas que realmente son pesados. Los tratamientos tienen sus toxicidades, por eso son difíciles de tolerarlos. Son pacientes que requieren de una contención especial. Y quizás por todo eso es que se establece una relación especial. En algunos casos hay más afinidad que en otros y ante una pérdida, ese momento no deja de afectarnos.
- ¿Qué lugar ocupa el hospital en su vida?
- Sin dudas un lugar muy importante. He tenido la posibilidad de trabajar en algunos privados, pero yo soy de los médicos a los que les gusta la atención hospitalaria. Yo me formé acá y me siento muy identificado acá. Y creo que voy a morir acá. Me gusta estar acá, me gusta trabajar acá y me gusta estar proyectando todo el tiempo para mejorar la atención de nuestros pacientes.
- ¿Cuáles han sido los momentos más gratificantes que le ha tocado vivir en el hospital?
- El ingreso al hospital fue un antes y un después en mi carrera, ahí tomé la decisión de dónde quería trabajar por el resto de mi vida. Después hay momentos que recuerdo con mucho cariño, la gente que uno va conociendo y el paso por la residencia. Yo siempre nombro a Miguel Carabajal, es un referente muy importante para mí, no solo desde lo personal, sino como docente y como médico. Fue una de las personas que me ayudó a formarme.